¿Qué empresa no tiene la ambición de que sus productos o servicios lleguen a más gente?
La internacionalización es una forma de comercializarlos en un nuevo país.
Y de llegar a un nuevo público al que puedes ayudar con lo que vendes.
La internacionalización te permite obtener más ingresos, mejorar tu reputación de marca y consolidarte como empresa.
Ahora tienes más elementos a favor que nunca para ello: la globalización es la tendencia dominante, Internet nos acerca a un nuevo público más fácilmente y las empresas autóctonas se valoran cada vez más.
Pero esto no quiere decir que sea fácil.
De hecho, muchas empresas familiares, pymes y pequeños productores cometen algunos errores que, más allá de dificultar la penetración en nuevos mercados, pueden costarle la vida a tu empresa.
Te cuento esos errores apocalípticos y cómo ponerles solución, pero antes quiero que le pierdas el miedo a internacionalizarte mostrándote las ventajas que tiene.
1. Ventajas de la internacionalización
Estas son algunas de las ventajas apoteósicas de la internacionalización:
- Mayor competitividad: la mayoría de empresas internacionalizadas suelen tener índices de productividad más elevados y un volumen de negocios superior.
- Mayor crecimiento: al introducirse en nuevos mercados, su demanda aumenta y suele traducirse en mayores beneficios.
- Mayor experiencia: estas empresas tienen más cantidad de datos sobre sus clientes y cómo reaccionan a sus productos/servicios, lo que permite mejorarlos y crear otros nuevos en el futuro.
- Mejor reputación: también son bien consideradas de cara a la opinión pública (la gente piensa «si también vende en el extranjero, debe hacerlo muy bien»).
- Mayores ventas: esto es muy fácil de entender y no hay más que explicar.
Dicho esto, ¿cuáles son los 5 errores más comunes que debes evitar al internacinoalizarte?
Te los cuento aquí mismo. ⬇️
2. Cuáles son los errores más comunes al internacionalizarse (y cómo solucionarlos)
Si no te quieres llevar las manos a la cabeza porque la cosa no sale como imaginabas, procura no cometer estos errores.
Te los explico bien y te muestro cómo puedes solucionarlos.
2.1. No tener un plan de internacionalización
Si estás pensando en internacionalizarte, no puedes lanzarte a lo loco porque supone una inversión económica considerable y los resultados no son inmediatos.
Lanzarte sin un plan te hace perder foco, por lo que es más difícil lograr tu objetivo.
Además, es posible que las acciones que realices no estén enfocadas correctamente para lograr ese objetivo o no sean realistas (desde el punto de vista de la inversión o de los recursos que vas a dedicar).
2.1.1. La solución ➡️ analizar la situación y trazar un plan
Antes que nada, analiza cuál es tu situación:
- ¿Cuál es tu capacidad exportadora real?
- ¿Vas a abrir una sede física en un nuevo país o solamente vas a enviar tus productos al nuevo mercado?
- ¿Qué costes logísticos tendrás: transporte, seguros, aduanas, etc.?
- ¿La moneda que se usa en el nuevo país es la misma o hay diferencia?
- ¿El banco te cobra comisión por los ingresos del nuevo país?
- ¿Vas a necesitar nuevo personal en tu empresa?
- ¿Cuál es tu objetivo y en cuánto tiempo lo quieres lograr?
- ¿En qué áreas de tu negocio necesitas invertir para que tu plan se cumpla?
Una vez has respondido estas preguntas, debes trazar un plan que te permita lograr tus objetivos mediante acciones concretas y medibles.
2.2. No identificar correctamente el mercado extranjero que quieres penetrar
Te das cuenta de que varios de tus empleados hablan francés y dices:
«¿Por qué no intentamos conquistar el mercado francés? Al fin y al cabo, mis empleados hablan el idioma…»
Esto no funciona así.
Cada mercado extranjero es un mundo y hay cosas que debes conocer más allá del idioma para tener éxito: la legislación, la fiscalidad, las costumbres…
Y también la competencia.
Es muy importante saber si ya hay otras empresas como la tuya para saber cómo diferenciarte y ver si hay un hueco para ti en ese sector.
2.2.1. Solución ➡️ análisis del mercado, análisis de los riesgos y DAFO
Como en el caso anterior, no puedes lanzarte sin un análisis previo.
Por eso te recomiendo hacer:
- Un análisis DAFO donde estudies tus debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades. Puedes encontrar más información aquí.
- Un análisis de los riesgos a nivel económico y financiero. Necesitas saber si puedes y quieres asumir el riesgo que supone lanzarse a un nuevo mercado.
- Un análisis de mercado, para saber en qué punto de sofisticación se encuentra tu sector, si hay hueco para una empresa como la tuya, cómo se comportan tus competidores, qué necesidades hay en el nuevo mercado, etc.
2.3. No conocer realmente a tu nuevo cliente
Un error común es pensar que el público del nuevo mercado es igual que el público que tienes ahora porque va a comprar los mismos productos.
Seguramente habrá similitudes, pero también diferencias.
Las diferencias culturales son algunas de las más importantes. No deberías pasarlas por alto porque no solo tienen que ver con la información que compartes en tu web, redes sociales y otros canales de venta.
También tienen que ver con cómo contactas a tu público, a través de qué canales, en qué horarios, si les tratas de usted o de tú, etc.
2.3.1. Solución ➡️ haz un análisis de tu nuevo buyer persona
Una vez más, la solución es hacer un buen análisis.
Fíjate bien en si los problemas y necesidades de tus nuevos clientes coinciden con los de tus clientes actuales.
Haz lo mismo con sus hábitos de consumo, su nivel adquisitivo y el concepto que tienen de un modelo de negocio como el tuyo.
2.4. Olvidarte del marketing y la comunicación
En ocasiones te preocupas del producto, del servicio, de la logística, etc.
Pero luego olvidas el marketing y la comunicación.
Es decir, la herramienta clave para dar a conocer tu empresa en el nuevo mercado.
Y esto incluye a tu página web.
Una estrategia de comunicación y una página web adaptada al nuevo mercado sirve de escaparate, mejora tu reputación, transmite tus valores de marca, te ayuda a conectar con tu público, te diferencia de la competencia y aumenta tus ventas.
De hecho, en algunos casos ni siquiera hace falta que te instales de forma física en un nuevo país (con todos los gastos de logística que suponen). Basta con que prestes tus servicios a personas de diferentes países desde tu sede actual dándote a conocer en el mundo online.
2.4.1. Solución ➡️ invertir en una estrategia de comunicación y marketing
Lo más recomendable es contar con un departamento de marketing, aunque esto puede ser complicado si no eres una gran empresa.
Por lo tanto, mi consejo es invertir principalmente en estos servicios:
- Creación de plan de marketing para definir las acciones que realizar en los próximos meses.
- Diseño gráfico y diseño web para que se encargue de la identidad visual y de crear la página web.
- Copywriting que se encargue de la creación de los textos para tu página web, emails, publicidades, contenidos de redes sociales, posts de blog, etc.
Con esta estructura, tú puedes ir llevando a cabo otras tareas más sencillas como subir a redes sociales el contenido.
2.5. No invertir en traducciones y transcreaciones profesionales
En un entorno de internacionalización, una buena traducción debe cumplir tres requisitos:
- Estar adaptada al nuevo público.
- Respetar la intención del original.
- Sonar natural.
Por eso, no puedes encargarle la traducción a cualquier persona que simplemente «no se apañe mal» con los idiomas o hacerlo con Google Translate (u otro programa en línea gratuito).
Además, este tipo de traducciones tienen una dificultad añadida: la adaptación cultural (que a veces obliga a que la traducción no sea literal).
Y eso sin mencionar otros problemas como el número de caracteres que pueden plantearse al traducir anuncios, la página web, folletos, etc.
2.5.1. Solución ➡️ contrata traductores profesionales y especializados
Busca traductores de tu combinación de idiomas.
Esto te ayudará a:
- Hacer crecer tu marca y mejorar tu reputación online.
- Comunicar el mismo mensaje que el texto original (sin llevar a equívocos).
- Lograr que el nuevo cliente te entienda y se interese en comprarte.
Yo soy traductor, así que puedo ayudarte con esta tarea.
Reserva una videollamada gratuita de 15 minutos conmigo y te cuento en más detalle.
Puedo traducir del inglés y del francés al español textos publicitarios que mantienen la esencia del original y se adaptan al nuevo entorno.
O también puedo buscar a la persona para que haga la traducción por ti al idioma que necesitas para que tú no tengas que preocuparte por nada.
Conclusión
Como ves, la cosa va de no lanzarse a la aventura solo porque te va bien con tu empresa en tu mercado actual.
Debes analizar, planificar, actuar y, sobre todo, escuchar a tus clientes potenciales y comunicarte con ellos en su idioma de forma profesional (y también demostrando que les entiendes).
Por eso, toda estrategia de internacionalización debe ir de la mano de una buena estrategia de comunicación y de traducciones apoteósicas. No siempre deben ser literales, pero siempre deben estar adaptadas al nuevo mercado.
Si quieres que te ayude en tu proceso de internacionalización con la comunicación y la traducción, reserva una cita conmigo sin compromiso y nos vemos 15 minutos por Zoom.