Una de las cosas que más miedo da cuando uno empieza un blog es quedarse sin ideas.
«¿Y si empiezo pero luego no se me ocurre nada?», se pregunta mucha gente.
No te preocupes, todos hemos estado en ese punto. Cuando me abrí mi blog, lo hice sin ninguna presión. Tan solo quería hablar de aquellas cosas que más me llamaban la atención sobre mi profesión.
Al principio tenía un montón de temas apuntados. Prácticamente era la persona que aparece en este meme de abajo (pero cambiando los billetes por ideas).
Luego la cosa empezó a decaer. Algunas ideas que tenía apuntadas ya no me gustaban y me planteaba constantemente qué hacer con mi blog.
Pero te contaré por qué ocurrió esto.
Me estaba replanteando mi profesión, me estaba replanteando mi trabajo y lo que quería hacer en mi vida. Así que es normal que no supiera hacia qué dirección tirar tampoco con mi blog.
Hace unos meses, cogí el toro por los cuernos y me propuse que iba a escribir un post cada dos semanas. Puede que a algunos les parezca poquísimo y a otros una barbaridad.
Lo importante es que he cumplido (al menos hasta ahora).
A día de hoy tengo muchas ideas para los meses que vendrán y quería echarte una mano en este proceso que yo mismo he experimentado. En este post te cuento cómo tener siempre ideas (y también motivación) para escribir en tu blog y no desistir.
De hecho, estos tips también te sirven para encontrar ideas que te permitan escribir textos fabulosos en Instagram y que así la gente siga leyendo tras ver tu foto.
1. Encuentra tu porqué
Lo primero que tienes que saber es por qué escribes o por qué quieres empezar a escribir en tu blog. No es lo mismo hacerlo por puro gusto, que por crear tu marca personal o por tener una estrategia de marketing que te ayude a atraer tráfico y vender más.
Todas las opciones son legítimas.
Además, también es posible que tus motivaciones cambien a lo largo del tiempo. Quizás empiezas por simple placer, pero más tarde quizás se convierta en tu propio negocio.
Es importante identificar esto porque te va a dar pistas a la hora de encontrar ideas de contenido y de definir tu tono.
Si eres un negocio, por mucho que escribas sobre lo que te guste, siempre vas a tener que tener un ojo puesto en aquellos artículos que más se han leído, que mejor han convertido o que más parecen interesar a tu público.
En el caso contrario, vas a tener mucho más margen para la experimentación y para incluir temas que, a priori, tengan menos relación con tu contenido habitual.
2. Investiga las keywords para tener siempre ideas nuevas
Una vez tienes definido tu porqué, ya tienes la base sobre la que empezar a trabajar (o seguir trabajando) en tu blog.
Como ya sabrás, las ideas no surgen por inspiración divina.
Ya lo decía Pablo Picasso:
«La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando».
Para ello, una de las cosas más útiles es hacer una investigación de keywords (o palabras clave). No solo de cara a posicionar en Google, sino también de cara a coger ideas e inspirarte.
Antes de ponerte a buscar keywords como un descosido, reflexiona:
¿Sobre qué temas vas a querer hablar en tu blog?
No puedes abarcarlo todo. En mi caso, hablo por un lado de copywriting y redacción y, por otro lado, de traducción y transcreación. Como ves, son dos grandes temas que engloban muchos subtemas, pero que están hermanados y tienen sentido dentro de un todo.
Una vez hayas definido los temas principales de los que quieres hablar, es el momento de empezar con la investigación.
En una investigación en profundidad, habrá que tener en cuenta muchos factores como los enlaces que vas a incluir en tu artículo, si las keywords que vas a usar tienen mucha competencia, etc. El tema del posicionamiento da para mucho, así que hoy me voy a centrar en la búsqueda de palabras clave a modo de inspiración. Lo primero es tener la idea, luego vendrá la optimización SEO.
Cuando haces una investigación de palabras clave, lo mejor es recurrir a herramientas que te ayuden en esta labor.
Lo más fácil es empezar por el propio buscador de Google. Por ejemplo, si escribes «apocalipsis zombie», te aparecerán varias opciones que te empezarán a dar ideas. Si, además, realizas la búsqueda y buceas en un par de artículos, te vendrán a la mente más conceptos que seguro serán útiles.

Otra herramienta que también me gusta mucho es Ubersuggest, ya que tiene una pestaña de ideas de contenido en la que te ofrece algunos artículos que pueden servir de inspiración.
Por último, quería destacar Answer the Public, que desglosa un término en forma de árbol con muchas ideas. Aquí te dejo un ejemplo muy ilustrativo:

El único problema de algunas de estas herramientas es que la versión gratuita tiene algunas limitaciones (el número de resultados que se muestran, la cantidad de información disponible o el número de búsquedas al día).
3. Hazte un calendario que se adapte a ti
Cuando ya tienes claro los temas que vas a abordar y las ideas que has sacado después de hacer una búsqueda de palabras clave, es el momento de estructurarlo en un calendario.
Lo más importante en este punto es que seas realista.
Un calendario debe ser una herramienta que te ayude a tener las ideas estructuradas y organizadas adaptándose a ti. No te emociones porque hayas sacado muchas ideas de la investigación de keywords y te pongas como meta escribir más posts de los que tu tiempo y tus circunstancias te permiten.
En definitiva, no dejes que el blog se vuelva en tu contra y no hagas nunca ninguna de estas dos cosas:
1) Coger una de las ideas obtenidas de la investigación y escribir rápido y al tuntún solo por crear y subir mucho contenido rápidamente. Mejor poco y bien que mucho y mal.
2) No dejes que tu blog te consuma. Como estés muy estresado, le vas a coger asco al blog o lo vas a dejar parado.
¿Qué hacer entonces?
- Aceptar tus limitaciones.
- Preparar tantos posts como seas capaz de realizar.
- Delegar. Somos muchos los copywriters que nos encargamos de aligerar el peso de los demás adaptándonos al tono y a las características de cada caso.
4. Habla de lo que realmente te fascine
Cuando algo te gusta de verdad, acabas por transmitirlo a la gente que te lee.
En el punto anterior, te hablaba de la importancia de hacer tu blog sostenible a lo largo del tiempo con el calendario.
¿De qué te sirve tener un blog que te horroriza a ti mismo?
Siempre le puedes meter tu toque personal.
A mí me encanta la música, así que hace poco escribí un post en el que hablaba de cómo las canciones de La Oreja de Van Gogh pueden servir de inspiración a la hora de escribir los posts de tu blog.
Tú puedes hacer lo mismo.
Imagina que lo que más te gusta en el mundo es el fútbol, pero tienes una empresa de piscinas. ¿Qué te parecería hablar de cómo ver un partido de fútbol desde una piscina? Sería una forma muy interesante de unir tu trabajo y tu pasión en un mismo post.
Lo mejor de esto no es solo que estás motivado, sino que las cosas que nos apasionan nos traen a la mente una idea tras otra con mucha más facilidad que lo que nos perturba.
5. ¿Quién mejor que tu audiencia para darte ideas?
Una vez que publicas un post en tu blog, lo dejas a la merced de tu audiencia.
Así que, ¿por qué no hacer que sea también tu público quien te dé nuevas ideas?
Cuando haces esto consigues dos cosas:
1) En primer lugar, tener un feedback directo de la gente que tiene un interés real en ti y en tu contenido.
2) Encontrar ideas que puede que no se te ocurran a ti o que incluso hayas pasado por alto durante tu investigación de palabras clave. También puede que pienses que esa idea que tenías en mente no era lo suficientemente interesante, pero tú público sí que quiere leer sobre ella.
Además, nunca había sido tan fácil como ahora tener una respuesta en tiempo real de tu audiencia. Las redes sociales nos lo están poniendo muy, pero que muy, fácil. TODAS (LinkedIn, Twitter, Instagram, Facebook…) nos permiten incluir encuestas para que la gente vote.
Y si no eres muy fan de este método, puedes pedir que te manden un mensaje privado. Incluso si no tienes redes sociales, es posible mandar un email a tu lista de suscriptores en el que pidas algunas sugerencias para crear contenido a medida.
Así, todo el mundo contento.
6. Extrae ideas de un post para un segundo post
En el 90 % de los posts que redactes, habrá ideas secundarias que seguro que vale la pena desarrollar en otro artículo futuro.
Por ponerte un ejemplo, en este post que estás leyendo te hablo de la investigación de keywords. Puesto que este es un tema bastante complejo y por el que la gente se suele interesar, cabría la posibilidad de escribir un artículo hablando solo de él.
Además, incluso podrías añadir el enlace de un artículo de tu blog a otro.
Pero no solo eso.
También podría hacer otro post sobre cómo escribir un calendario editorial, sobre por qué empecé a escribir en mi blog o cualquier otra de las ideas que menciono de pasada en este artículo.
Y así con cada uno de los contenidos que vayas escribiendo. Tan solo tienes que sacar la lupa para que no se te pase nada.
¿Ves lo fácil que es?
Eso sí, no te olvides de analizar si estas ideas secundarias que vas identificando son lo suficientemente interesantes como para dedicarles un post entero.
7. En Internet está la respuesta
Antes te hablaba de que una simple búsqueda en Google te puede dar cientos de ideas para arrancar.
Pero Internet es mucho más que Google.
Otro de los grandes buscadores es YouTube.
Igual que puedes escribir a partir de una idea secundaria de tu propio blog, puedes hacer lo mismo de un vídeo de YouTube que te guste.
Por ejemplo, si ves un vídeo sobre cómo hacer una reforma en casa, pero esa persona no profundiza nada en cómo se pone un grifo correctamente para que no pierda agua, haz un artículo que especifique paso a paso cómo hacerlo.
Seguro que la gente que ha visto ese vídeo se ha quedado con ganas de saberlo.
También puedes comentar las conclusiones de un vídeo que hayas visto o añadir tu opinión. Pero cuidado; no te dejes llevar por lo aparentemente fácil de esta propuesta.
De nada vale poner el vídeo o el post y añadir un par de líneas insulsas.
Tienes que aportar valor.
Y hay muchas posibilidades
- Decir que no estás nada de acuerdo (siempre desde el respeto) y aportar argumentos entretenidos que sostengan tu postura.
- Complementar la información con algo que se te haya ocurrido a raíz de ese vídeo o post.
- Contar la forma en la que te ha hecho reflexionar (por ejemplo, en un vídeo sobre estilo de vida saludable, por qué has decidido poner en práctica esos consejos).
Conclusión
En definitiva, hay muchas formas de encontrar ideas y de reciclar el contenido que encontramos en otras páginas webs y que también generamos nosotros mismos.
Lo importante es que adaptes este método a tus necesidades y que te propongas metas reales con la cantidad de contenido que quieres generar. Una vez tengas esto claro, la cosa irá rodada si sigues estos tips.
Una vez tienes las ideas, solo tienes que ponerte a escribir. En este post te cuento cómo crear y publicar un post de WordPress paso a paso.
Cuéntame, ¿alguna vez has tenido un bache creativo? ¿Qué haces para encontrar la inspiración? Déjamelo en los comentarios y estaré encantado de leerte.