Manos escribiendo en teclado para hacer una buena traducción

Los 10 mandamientos para hacer una buena traducción

En la actualidad, cada vez es más frecuente que una empresa tenga que encargar una traducción.

La globalización y la digitalización han hecho del mundo un lugar sin fronteras en el que es posible estar en contacto con gente que está literalmente en la otra esquina del planeta.

De hecho, la mayoría de las palabras que lees en tu día a día son traducciones:

  • Tu serie favorita de Netflix.
  • Las instrucciones de tu teléfono móvil.
  • El libro que te estás leyendo ahora.
  • La app que utilizas para comunicarte con tus amigos.

¿Alguna vez te habías dado cuenta de que estos textos son traducciones?

Si la respuesta es que sí, es porque esas traducciones no eran muy buenas. Cuando una traducción ha sido hecha de forma automática con un software y no se revisa o cuando atufa a que eso no lo ha escrito alguien que habla tu idioma, es que la traducción no es muy buena.

Sin embargo, si no te percatas de que el texto que estás leyendo es una traducción, significa que se ha hecho un excelente trabajo. El traductor ha reformulado el mensaje en tu idioma y tú no te has dado ni cuenta.

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Ahora bien… ¿Cómo hacer una buena traducción?

Te cuento algunos aspectos imprescindibles que no debes pasar por alto.

1. Una buena traducción es un puente entre culturas

Cuando estaba haciendo mi Máster en Traducción y Mediación Intercultural en la Universidad de Salamancea, una de las cosas más importantes que aprendí es que la traducción es un puente entre culturas.

Lo primero que necesitamos entender es la cultura de origen. Además de su idioma, es importante conocer aquellos aspectos que forman parte del día a día, que determinan la forma de comunicarse y que, a veces, es difícil encontrar en un diccionario.

Las relaciones familiares, los neologismos que surgen en torno a programas de televisión o memes, las expresiones coloquiales, etc. pueden aparecer en cualquier traducción.

Pero también es igual de importante conocer la cultura de destino para encontrar los equivalentes que mejor se adapten en un contexto específico.

Conocer la cultura de origen y de destino te ayudará a evitar cualquier problema de adaptación cultural, sobre todo en traducciones menos literales como la transcreación.

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2. El texto es un todo

Además del contexto sociocultural, la traducción no se puede hacer palabra por palabra.

Ni siquiera frase por frase.

Una traducción es un todo que no se puede hacer por fragmentos aislados, ya que puede que lo que se indica en el primer párrafo repercuta en el último.

Además, en este conjunto pueden aparecer otros elementos, como por ejemplo gráficas, notas al pie, imágenes, etc. Al traducir una película sería impensable hacerlo sin tener en cuenta elementos a los que los personajes señalan, carteles, dibujos que hacen, etc.

3. Conoce las convenciones del género y la jerga

Es obvio que no es lo mismo traducir un eslogan que traducir un prospecto o la sentencia de un juicio.

Cada texto tiene sus particularidades y es necesario conocer una serie de elementos que van a determinar que la traducción que haces sea buena o sea apocalíptica.

La jerga

Cuando traduces un texto especializado, debes conocer el vocabulario específico de ese tema.

Para ello, hay disponibles numerosos recursos: desde diccionarios (monolingües, bilingües, de sinónimos…) hasta glosarios bilingües y multilingües, pasando por corpus lingüísticos con ejemplos en contexto. Scheherezade Surià tiene una recopilación muy buena.

Además, hay empresas de traducción que trabajan con glosarios propios debido a que hay términos que siempre traducen de cierta manera. En estos casos, es indispensable que te ciñas a su terminología.

Y, por supuesto, también puedes crear tu propio glosario para determinadas traducciones o sectores y así hacer más rápido y sencillo tu trabajo.

La estructura

En ocasiones, la forma es tan importante como el contenido. Por eso, en la traducción de cartas, contratos, sentencias, denuncias, prospectos, etc. debes informarte muy bien de cuál es la estructura del texto antes de ponerte a traducir.

También es muy importante limitarte al número de caracteres cuando subtitulas o sincronizar las palabras con los personajes si traduces para doblaje.

En otros casos, como con la transcreación, puedes tomarte más libertades, ya que es uno de los tipos de traducción más creativas.

El género y el subgénero

Adáptate a las convenciones de cada género y ten en cuenta que hay subgéneros con variaciones.

Por ejemplo, al traducir novela debes saber a la perfección cómo se utilizan los guiones y los signos de puntuación para indicar que hay un diálogo.

Al principio, te llevará más tiempo adaptarte a las convenciones de cada tipo de texto, pero te acostumbrarás enseguida y el resultado será una traducción mucho mejor que si no tuvieras en cuenta estos aspectos.

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4. Cuidado con las trampas

Todo texto tiene ciertas trampas en las que debes evitar caer. De lo contrario, el significado de tu traducción puede que no sea exactamente el mismo que el del texto original.

Frases ambiguas

En algunos contextos (por ejemplo, traducción de poesía) la ambigüedad puede ser intencionada. No obstante, cuando se trata de traducción técnica, científica o jurídica, una ambigüedad puede ser una trampa mortal y causar un daño gravísimo.

Cuando veas una ambigüedad, te aconsejo que sigas investigando, buscando palabras en el diccionario y dándole vueltas, ya que puede que se te esté escapando algo.

Si ves que la ambigüedad es clara después de haberle dado vueltas y vueltas, pregunta a la persona que ha escrito el texto o a la empresa que te lo haya enviado. Siempre es mejor despejar cualquier duda. De hecho, puede que se haya tratado de un error y, al decirlo, estés contribuyendo a subsanarlo y a mejorar la calidad del texto.

Falsos amigos

Al traducir, debes tener un radar activado para detectar falsos amigos. Se trata de palabras que parece que significan lo mismo que otra palabra de un idioma diferente por su escritura o pronunciación.

El típico ejemplo que te ponen en el cole: «constipated» parece que significa «constipado», pero en verdad significa «extreñido». Estos son tan solo algunos falsos amigos.

Es muy fácil caer en esta trampa simplemente por inercia. Por lo tanto, la fase de revisión es esencial para que no se te pase ninguno.

Juegos de palabras

Suelen esconder dobles significados, metáforas, aliteraciones u otros recursos estilísticos.

No siempre se puede recrear en forma y significado. Lo más importante es que suenen naturales para el público que lo lee o lo oye.

Como ya comenté en mis redes sociales, hay varias opciones para traducirlos: omitirlos (cuando se encuentran dentro de un conjunto más grande que no aporta mucho a la cultura de llegada), traducirlos de forma literal, explicarlo (no es posible en algunos formatos como el doblaje) o elegir otro juego de palabras en la lengua meta (aunque no tenga el mismo sentido exactamente o la misma rima).

Palabras que no tienen un equivalente exacto

Aunque parezca mentira, las lenguas no son representaciones palabras por palabras de otras lenguas.

Cada cultura crea las palabras que necesita en función de su realidad. Por este motivo, en algunos idiomas existen palabras que no existen en otros.

5. Respeta la intención y el mensaje original

Si una traducción no respeta la intención ni el mensaje del texto original, entonces hay algo que falla.

Cuando la finalidad de una serie es hacer reír al público, la adaptación a otro idioma de esa misma serie tiene que hacer reír también.

Esto se ve de forma muy clara cuando hablamos de transcreación. Si estás traduciendo un eslogan para que el público se quede con el mensaje en la cabeza, entonces debes crear un mensaje que sea igual de potente y memorable. Si estás traduciendo una página de ventas para vender un servicio, la forma de presentarlo y de conectar al público debe incitar también a la venta.

Un tip que puede ser útil es el de leer tu traducción a algún familiar o amigo cercano. Cuéntale ese chiste que estás traduciendo y, si le hace gracia, es que vas por el buen camino.

6. Una buena traducción existe por sí misma

La persona que lee o escucha una traducción no se va a parar a pensar si el texto ha sido escrito en su idioma o no. Lo que le interesa es que le sea útil.

Es decir, va a leer el texto solo en su idioma porque quiere entender las instrucciones de su nuevo microondas, leer un libro para pasar un rato divertido, saber dónde está el botón para aceptar la política de privacidad y empezar a utilizar la app, etc.

Por lo tanto, tu traducción nunca debe depender del texto original.

Una buena traducción es aquella que suena fluida y natural en la lengua meta.

Una buena traducción es aquella que te transmite el mismo mensaje que el texto original y tú no te das cuenta de que es una traducción.

A veces, hay pequeños tropezones que empañan el trabajo de traducción. Son matices, como por ejemplo calcar constantemente el adverbio «really» en español, cuando sonaría mucho más natural decir «estamos convencidos» como alternativa a «we really believe» (Fernando Castillo da este y muchos otros traduconsejos en su Twitter, @fertradav).

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7. No te quedes con ninguna duda

Si hay algo de lo que no estás seguro o que no te termina de convencer, no lo dejes pasar. Seguramente, hay algo de lo que no te estás dando cuenta.

Investiga e investiga hasta que lo tengas todo claro y resuelto. Es de vital importancia entender todo lo que traduces para no meter la pata y decir lo contrario al texto original.

A veces, creemos que sabemos el significado de una palabra o expresión, pero en verdad se trata de un uso que no hemos visto nunca. El lenguaje es un mundo gigantesco del que se aprende día a día.

8. Presta atención a los signos de puntuación

La gente se centra tanto en las palabras y en su significado, que a veces se olvidan de la puntuación. Sin embargo, puntuar mal un texto puede acarrear más de un falso sentido.

Mira estos ejemplos:

  • Los futbolistas, cansados, abandonaron el entrenamiento.
  • Los futbolistas cansados abandonaron el entrenamiento.

En el primer caso, todos los futbolistas abandonaron el entrenamiento y lo hicieron cansados. En el segundo, solo los que estaban cansados lo abandonaron.

Además, debes tener en cuenta que la puntuación es diferente en los distintos idiomas. Por ejemplo, en español tenemos signo de exclamación y de interrogación de apertura y de cierre, al contrario que en inglés y francés.

En francés, hay un espacio antes y después del signo de puntuación (excepto el punto y la coma).

Las comillas son diferentes en cada lengua: en español y francés, tienen prioridad las comillas latinas (« »), en inglés las comillas altas (“ ”) y en alemán las de apertura son bajas („ “).

Además, la forma de puntuar los diálogos es muy diferente en cada idioma. Así que infórmate bien de cómo se hace en la lengua de origen y en la lengua meta.

9. Revisa y lee en voz alta para que la traducción sea buena

Aunque este paso se hace al final del todo, no por ello es menos importante. Revisar el texto que has traducido es imprescindible para asegurarte de que has hecho una buena traducción.

Además, leerlo en voz alta puede ayudarte a darte cuenta de errores de puntuación, frases que no suenan naturales, tropiezos que dificultan la comprensión de algunos párrafos, etc.

Y, si no vas muy apurado de tiempo, es aconsejable dejar reposar la traducción unos días antes de ponerte a revisarla. Así te darás cuenta más fácilmente de pequeñas erratas que se te han escapado.

10. Cada traducción es un reto único

Cada traducción es un caso único (tanto las traducciones más creativas como las que lo son menos) y, por lo tanto, tendrá sus particularidades y sus retos.

En cualquier caso, intenta hacerla con el máximo cariño y esforzarte todo lo que puedas para esquivar las trampas que pueden aparecer en cualquier momento.

Si quieres una buena traducción, hecha de forma meticulosa y con mucho esfuerzo y cariño detrás, ponte en contacto conmigo.

2 comentarios en “Los 10 mandamientos para hacer una buena traducción”

  1. Me ha encantado este artículo, yo no lo habría explicado mejor. Comparto tu manera de ver la traducción y por eso voy a compartir tu post en mis redes, creo que es muy enriquecedor. ¡Muchas gracias por haberte tomado el tiempo de escribirlo!

    1. Muchísimas gracias, Margarita 🙂

      Me alegro mucho de que te haya gustado tanto y de que compartamos la forma de entender la traducción.
      Gracias por tu comentario y espero que los artículos que vaya escribiendo en el futuro sobre traducción y copywriting te gusten (el próximo viene solo dentro de dos de semanas).

      Un abrazo

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